El sistema nervioso se desarrolla a través de procesos que permiten la maduración de las estructuras cerebrales y la adquisición de habilidades, esto es lo que nos convierte en seres únicos.
Es transcendental hacer una evaluación del niño menor de cinco años para detectar los signos de alarma con la debida anticipación y poder hacer una intervención oportuna que mejore su pronóstico y evolución, para lograr el máximo potencial de sus capacidades y habilidades, y a largo plazo, mejorar su calidad de vida y la de las personas de su entorno.
El desarrollo neurológico cubre cuatro áreas específicas:
Está demostrado científicamente que el neurodesarrollo exitoso tiene una estrecha relación no solo con la genética, sino también con estos aspectos que influyen favorablemente en una mayor producción de sinapsis neuronales, lo que permite una mayor integración de las funciones cerebrales:
El neurodesarrollo es un proceso dinámico que se presenta entre el niño y el entorno, que permite la maduración de su sistema nervioso, sus funciones cerebrales y la formación de su temperamento y personalidad.
Este complejo proceso empieza desde la vida intrauterina hasta algunos meses después y es determinante hasta el primer año de vida.
Las etapas del desarrollo del cerebro en los niños son cuatro, pero no son consecutivas, sino que se superponen y pueden ser impactadas por agentes externos como el hipotiroidismo, la anemia, una buena o escaza nutrición del niño y de la madre o la estimulación, estas son:
Debemos llevar siempre a los niños al programa de control y desarrollo para que sea evaluado por su médico, pero es esencial poner especial atención y traerlo a nuestra Clínica ANI si tiene algunas de estas alteraciones, pues son muy importantes para el desarrollo neurológico del niño como son:
Son los parámetros mínimos de evaluación del desarrollo, de acuerdo con la edad del niño, que permiten valorar si el desarrollo cerebral se está dando adecuadamente.
Estos parámetros tienen un amplio margen de variabilidad normal, pues lo más importante no son los logros puntuales, sino determinar si el niño consigue una secuencia adecuada de eventos en el tiempo.
Dentro de estos parámetros, el perímetro cefálico es una evaluación muy sencilla que permite evaluar si los procesos de desarrollo del cerebro se han dado adecuadamente, pues una curva anormal de crecimiento craneal es un signo de alarma relevante. Esto también permite determinar si este es pequeño (microcefalia) o grande (macrocefalia) pues esto, también es motivo de atención.
La pérdida de habilidades previamente adquiridas por los niños, o regresión de su desarrollo, son una alerta para que llevemos el niño a control médico.
Son las habilidades motoras que el niño irá adquiriendo y que le permiten mantener un buen control de su postura, desplazarse y las habilidades manuales.
Además de los factores genéticos y neurohormonales que no son modificables, el entorno en que se desenvuelve el niño cumple una función fundamental para un buen desarrollo motor, entre estos una buena nutrición y salud, y algunos factores socioeconómicos y sicológicos.
El desarrollo motor grueso se refiere a los cambios de posición del cuerpo y a la capacidad de control que tiene el niño para mantener el equilibrio, la postura y el movimiento.
El desarrollo motor fino se refiere al uso de las partes individuales del cuerpo, como las manos; lo cual requiere de una coordinación entre ojos y manos para realizarlas.
Para evaluarlo, se han establecido unos parámetros que nuestros profesionales de la salud de la Clínica ANI controlan en la consulta, esto es muy importante porque algunas enfermedades neurológicas se manifiestan con una detención o regresión del desarrollo psicomotor.
Son aquellas condiciones que dificultan la adquisición creciente de habilidades motoras o que causan detención o retroceso de estas. Pueden ser:
Si notas que tu niño tiene alguno de estos trastornos, tráelo a nuestra Clínica ANI, lo evaluaremos y si es necesario le haremos las terapias que necesite.
El desarrollo sensorial nos permite relacionar el mundo exterior y nuestro interior, a través de los receptores sensoriales que pueden ser visuales, auditivos, táctiles, vestibulares o propioceptivos. La información recibida a través de los sentidos, la convertimos en sensaciones que organizamos e interpretamos a través de la percepción y de la expresión de las emociones.
La ausencia de estos estímulos afectará el desarrollo del niño en el área motora, emocional, mental, afectiva o social; por lo que es muy importante que lo lleves a una institución especializada como nuestra Clínica ANI, para que podamos actuar e intervenir tempranamente.
La disfunción sensorial es un problema común que se caracteriza por:
Es muy importante su reconocimiento temprano y una intervención oportuna.
La visión es el sistema que suministra mayor información sobre el mundo exterior.
Desde su nacimiento, el bebé es sensible a la luz y durante los primeros meses podrá reconocer objetos e interpretar los mensajes.
Es vital reconocer tempranamente la discapacidad visual y traernos el niño a nuestra Clinica ANI; tener en cuenta estos signos de alarma:
Este es el sistema más importante para el desarrollo del lenguaje. El bebé recién nacido es sensible a la intensidad de los sonidos, se sobresalta y prefiere la voz humana.
Cualquier discapacidad o falta de respuestas reflejas al ruido debe detectarse a tiempo para que el niño pueda desarrollar bien el lenguaje y estructurar el pensamiento, te esperamos en nuestra Clínica ANI.
El tacto es muy importante para el desarrollo de los reflejos primarios y para el equilibrio, se desarrolla desde la gestación y evoluciona progresivamente.
Desde la gestación también funcionan las papilas gustativas del feto y desde bebé podrá diferenciar lo dulce de lo ácido y amargo, mostrando preferencia por el dulce.
El recién nacido tiene el olfato bien desarrollado y diferencia olores agradables y desagradables, prefiriendo olores conocidos, sobre todo el de la madre.
El lenguaje se aprende naturalmente y es fundamental para la comunicación pues permite expresar emociones, pensamientos e ideas en el tiempo y en el espacio.
El lenguaje oral es el primero que adquirimos y es el principal medio de información y cultura y un factor importante de identificación social.
Lenguaje gestual, o etapa preverbal, en la cual se recibe visualmente y se emite a través de gestos o muecas cuando el niño aún es un bebé.
Lenguaje verbal, el cual se recibe por vía auditiva y se emite a través del habla y aunque no se puede establecer cuándo comienza exactamente, puede ser alrededor del primer año a los cinco.
Lenguaje escrito, el cual se recibe visualmente a través de la lectura y se emite por medio de la escritura, a partir de los cinco años.
Para la adquisición apropiada del lenguaje, el niño requiere de un buen funcionamiento de todos los órganos que intervienen en el habla y su desarrollo dependerá de las relaciones afectivas e intelectuales del niño, de su seguridad emocional y de una buena estimulación lingüística.
El lenguaje es esencial en el aprendizaje pedagógico, por ello cualquier limitación en su adquisición afectará su capacidad de aprendizaje; debemos detectar cualquier irregularidad a tiempo para tomar las decisiones terapéuticas que permitan su buen desarrollo.
El sistema vestibular comienza a desarrollarse en el útero, al nacer, cualquier movimiento que cambie la posición del bebé, que lo balancee, darle la vuelta, ponerlo a saltar, mecerlo o darle vueltas suavemente estimula y fortalece su sistema vestibular. Esto lo prepara para un desarrollo vestibular saludable. Estimular el sistema vestibular también desarrolla el tono muscular, porque le enseña al bebé qué músculos debe estabilizar para mantener su cuerpo equilibrado en diferentes posiciones.
Algunos niños tienen dificultades para procesar la información que da el sistema vestibular. Los signos que estos bebés o niños presentan son:
Si notas alguna de estas dificultades de neurodesarrollo vestibular en el niño, te esperamos en nuestra Clínica ANI, estamos especializados en el diagnóstico y tratamiento de las patologías neurológicas.
El sentido propioceptivo usa principalmente la información que recibe nuestra piel, los músculos y las articulaciones, para ayudarnos a entender dónde están las partes de nuestro cuerpo con respecto a las demás, qué están haciendo y cuánto esfuerzo requerimos para realizar alguna tarea con ellas. Algunas de las funciones del sentido propioceptivo son coordinar el movimiento y usar la fuerza apropiada para desarrollar diferentes actividades.
Cuando un niño tiene un trastorno del lenguaje presenta dificultades para comprender y entender, así como para hablar y escribir, estas dificultades, si no se previenen a tiempo, podrán convertirse en alteraciones de su desarrollo social o intelectual, asilamiento, agresión, bajo rendimiento académico y problemas sociales y de aprendizaje.
Poner atención a:
Nuestras terapistas del lenguaje de en la Clínica ANI, están especializados en este tipo de terapias, podemos ayudar a los niños a comprender y entender bien lo que expresan.
Las habilidades para el desarrollo social aparecen en los bebés recién nacidos y es un proceso permante que define la forma como el niño se relaciona con todas las personas que intervienen en su entorno y que se mantienen a lo largo de su vida.
Muchos niños presentan retraso en su desarrollo por diversos factores que van desde su condición genética, pasando por falta de estimulación hasta negligencia. Lo importante es trabajar en la maduración de su desarrollo.
Muchos niños presentan retraso en su desarrollo por diversos factores que van desde su condición genética, pasando por falta de estimulación hasta negligencia. Lo importante es trabajar unidos en la maduración de su desarrollo.
Esta terapia es útil para personas con:
Gracias a la terapia de neurodesarrollo es posible establecer nuevas estructuras sinápticas en funciones que se hayan podido dañar por lesiones o por malformaciones o lesiones.
Es importante hacerlo tempranamente para que la estimulación temprana incida en la estructura cerebral y en el aprendizaje y se pueda reorganizar la estructura de una manera diferente.
Puede ser desde el nacimiento cuando los bebés tienen riesgos pre y perinatales.
También cuando se presenten signos de alertas en controles pediátricos o después de algún diagnóstico específico durante la primera infancia, niñez, adolescencia o incluso la etapa adulta.
Por ello la importancia de realizar una evaluación integral de neurodesarrollo que permita definir las necesidades del niño y determinar las estrategias y terapias para abordar el problema y favorecer el desarrollo del niño.
La terapia favorece el desarrollo motor, así como la calidad de los movimientos y las posturas e incrementa la eficiencia en la realización de las actividades diarias, al tiempo que facilita el aprendizaje de movimientos útiles para la movilidad del paciente.
Permite reconocer, anticipar e identificar los posibles riesgos y alteraciones del sistema nervioso y de los sistemas involucrados con el mismo que pueden tener un impacto negativo en el desarrollo del niño, de tal manera que su intervención temprana permita resolver los problemas derivados y que se relacionan con sus movimientos, postura, comunicación y el aprendizaje.
El buen desenvolvimiento de este tipo de terapias se sustenta en la plasticidad del Sistema Nervioso. En el hecho de que en los primeros años de vida se encuentra en etapa de crecimiento acelerado y, del mismo modo que posee una gran plasticidad, también posee una elevada vulnerabilidad.
Todos nuestros programas son desarrollados con terapeutas especialmente capacitados que trabajan con los padres y los niños y pueden realizarse en sitios de atención especializada, la casa o el centro educativo.
Nosotros en la Clínica ANI trabajamos con psicólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y educadores especiales; dependiendo de las necesidades del niño.
Durante la terapia, se mantiene un contacto regular y constante con la familia del niño, para monitorear su progreso y proporcionarle la orientación y apoyo que necesiten, así como para ajustarla de acuerdo a los avances del niño y para poder conseguir una mejoría.
Visítenos para que concozca todo lo que podemos hacer por su hijo y descubrirá los grandes beneficios para el niño y toda la familia a largo plazo.
En la Clínica ANI, trabajamos con amor por la vida, contamos con profesionales capacitados para detectar alteraciones neurológicas relacionadas con el paciente, el contexto y sus actividades; para hacer la evaluación, tratamiento, seguimiento y entrenamiento a los pacientes y sus familiares; con una perspectiva orientada hacia el logro de la autonomía y su participación satisfactoria dentro de su entorno social.